M.V.M.

Creado el
5/4/2000.


La respuesta de Vázquez Montalbán.

Más cosas sobre Vázquez Montalbán y Chiapas.


Carta de un estudiante preso a Vázquez Montalbán

AGUSTIN ÁVILA

19 / 2 / 2000.


Agustin Ávila, estudiante encarcelado en el Reclusorio Norte de la Ciudad de México, Zona 4, celda 6 escribió la siguiente carta a Manuel Vázquez Montalbán.

    A: Manuel Vázquez Montalbán.
    De: un estudiante preso.

    Empecé hoy a leer tu libro; entre gritos, comidas, pases de lista y llamados al juzgado, poco a poco voy devorando cada una de las páginas de Marcos: el señor de los espejos y, en lo general, me parece un libro versátil y reflexivo, escrito para provocar la reflexión y hacernos pensar.

    Acá, entre los estudiantes presos, tu libro provoca además atención; hasta ahora es el primer ejemplar que ha traspasado las rejas de este reclusorio —no sin dificultades— y ya llevo una lista de más de veinte compañeros que espera que lo termine de leer.

    Pero, bueno, te escribo sin pretender demasiado, con la esperanza de que puedas leer estas líneas antes de que salgas de nuestro país, que las tomes como una simple interpretación de lo que fue este movimiento, una valoración más de lo que se discute por acá y que, en la medida de tus posibilidades, te sumes a la demanda de lucha por nuestra libertad.

    Me llamó la atención cuando afirmas que "la nueva derecha se parece como una gota de agua a la derecha de siempre cuando le sale del alma que el desorden es peor que la injusticia", pues precisamente nuestra estancia en esta cárcel y la represión que se ha desatado contra nuestro movimiento estudiantil es resultado de una presión y articulación de la derecha de nuestro país. Ningún otro movimiento social —más que el zapatista en ciertas formas— había sido atacado y desvirtuado en forma tan eficiente por los aparatos de Estado, es decir, Iglesia, medios de comunicación, grandes empresarios, intelectuales orgánicos y representantes de partidos políticos. ¿Por qué esta actuación en nuestra contra? ¿Por qué esta venganza contra los estudiantes?

    En parte, encuentro la respuesta en lo que afirmas: el movimiento estudiantil de la Universidad Nacional Autónoma de México agrupado en el Consejo General de Huelga se situó desde el inicio como un movimiento social de izquierda al defender la educación pública y gratuita en esa casa de estudios; hizo frente a la política neoliberal que destruye los avances logrados por el "Estado de bienestar"; en este sentido, el CGH es un movimiento contra la injusticia que significaría para miles de hijos de los trabajadores el no poder acceder a la universidad por razones económicas.

    Pero además de situarse en la izquierda, el movimiento de los estudiantes es el primer evento social de envergadura posterior al alzamiento zapatista de 1994 y sus círculos de resistencia; y es la primera rebelión articulada de la juventud del centro del país contra la dinámica social, cultural y enajenante del neoliberalismo.

    La generación de jóvenes, que algunos han catalogado como X, irrumpe así, trastocando a las "buenas conciencias", las "buenas costumbres" y "provocando el desorden". Pero irrumpe además planteando nuevas formas del quéhacer político y, por tanto, de ruptura del orden institucional.

    Es así como, a lo largo de más de nueve meses, el CGH construye —tal y como lo mencionas en otra parte de tu libro- su máscara y su silencio, con una resistencia que yo catalogaría como ejemplar. Y como dices, el CGH buscaría ser fiel a su máscara; catalogado por sus propios y extraños como un movimiento "ultra", "radical", el movimiento estudiantil tendrá una máscara dual: es atacado de despojador por el gobierno, cuando este gobierno pretendía despojar a los jóvenes del derecho a la educación, es acusado de violento cuando no ha habido mayor violencia que la expropiación que han hecho los grandes dueños del dinero de las riquezas y la fuerza de trabajo de nuestro país. Fue acusado de "ultra" por negarse a una salida intermedia cuando los "ultras" reales utilizaron la violencia, la represión y el encarcelamiento de 262 presos políticos para aplastar al movimiento estudiantil.

    Y en este juego de máscaras, leo otra página y siento la realidad, donde citas al Sub: "con la complicidad de los poderosos medios de comunicación de espaldas a la inmensa mayoría que malviven y mueren entre el Río Bravo y el Suchiate bajo prácticas de poder... los medios de comunicación se ensañan con los crímenes de los delincuentes habituales, pero los dirigentes más sanguinarios quedan impunes". Ese es el fin de siglo en México, se señala, y este precisamente fue el movimiento estudiantil en ese tiempo.

    Pero además —ya parece parte del escrito, ¿no?— la derecha se ensaña con este movimiento porque en el fondo germinaron nuevas prácticas políticas. El Consejo General de Huelga durante su desarrollo y resistencia, tendía dos ejes articuladores sobre los cuales mantendrá su vigencia: uno es la ética política y otro el mandar obedeciendo y la horizontalidad.

    Sí, el planteamiento ético del CGH será el buscar una negociación del conflicto abierta a la comunidad universitaria y a la sociedad en general, de ahí su exigencia de diálogo público. El movimiento rechazará acuerdos cupulares y negociaciones a sus espaldas por ese contenido. En contraparte, hay que aceptarlo, el movimiento no tuvo la madurez para crearse como espacio de discusión y reflexión pero sí tuvo un planteamiento ético.

    En segundo término, se discute mucho si es original o no la propuesta organizativa del CGH; lo primero que te destaco es el hecho de que las asambleas de las comunidades decidieran el rumbo del movimiento estudiantil, construyeran el mandar obedeciendo al designar delegados al Consejo que eran rotativos y de esa forma lograban un marco de participación real y democrática de buena parte de la comunidad. Algo nuevo realmente.

    En fin, son algunos elementos; como te puedes dar cuenta, tal vez destaco aquellas reflexiones que provocó la lectura de tu libro en relación a la lucha que dimos.

    Quedan muchos vacíos y muchas interrogantes; espero que estas líneas sirvan para que nos des vuestra opinión; para mí, estamos ante el primer movimiento social en este país que retoma planteamientos políticos del zapatismo, con errores, deformaciones, pero con la esperanza de construir algo diferente y ya por ello vale la pena.

    Bueno, Manuel, perdona el atrevimiento al escribirte y tal vez quitarte el tiempo; por último, quisiera decirte que nos visitaras, si no es físicamente, a toda la raza nos caería muy bien un mensaje de solidaridad y, claro, también unos cuantos libros tuyos. ¿Vale?

    Desde el Reclusorio Norte de la Cd. de México, zona 4 celda 6.

    Agustín Ávila R.

    México, D.F. a 19 de febrero del 2000

    A las 1:15 a.m., con unos gritos de resistencia de fondo, todavía.



Respuesta

MANUEL VÁZQUEZ MONTALBÁN

Marzo 2000.


    Querido amigo:

    Te expreso mi solidaridad de ex presidiario político de Franco, condenado a tres años de cárcel cuando estaba estudiando el quinto curso de carrera en la Universidad de Barcelona. Ha pasado mucho tiempo desde entonces pero la lógica del sistema es la misma. En mi época los teóricos del régimen decretaron el final de las ideologías y en la vuestra han decretado el final de la Historia, con la esperanza de convertirla en una foto fija en la que conste su hegemonía para siempre. El libro que habéis leído no trata de sustituir la mucha y buena literatura sobre la cuestión ya escrita en México y en otros países, pero quiere sumarse a ella y contribuir a diseñar el nuevo sujeto histórico crítico que sustituye al sujeto histórico de cambio surgido como consecuencia de la primera revolución industrial. Ese sujeto histórico crítico es plural, lo forman los globalizados frente a los globalizadores, los indígenas reales y los indígenas metafóricos, es decir los perdedores sociales abocados a una catástrofe humana sin precedentes en las décadas venideras. El aumento de las desigualdades y las injusticias contrasta con el desarrollo científico técnico que estaría en condiciones de crear condiciones óptimas de desarrollo realmente globalizado marcado por las reglas de defensa del ecosistema.

    La gran desesperanza causada por la prepotencia del neoliberalismo y la debilidad de la izquierda convencional superviviente a todos los naufragios, va siendo sustituida por nuevas formas de insumisión que apuntan al desarrollo de las contradicciones internas del capitalismo en la fase de la globalización y de la tensión dialéctica entre globalizadores y globalizados. La generación X, o Y o Zeta, da lo mismo, ha salido del limbo o de la isla del Nunca Jamás donde había tratado de meterla el sistema y ha tomado conciencia de su condición de promoción alienada. Por ahí ha ido el movimiento estudiantil de la Universidad Nacional Autónoma de México, tan lejana y a la vez cercana, porque en ella enseñaron muchos profesores españoles exiliados. No es el momento de ponernos a juzgar las posiciones maximalistas o posibilistas con respecto a vuestro movimiento, sino de mostrar solidaridad contra la represión y frente al intento de disfrazar de terrorismo lo que ha sido una acción de denuncia social. Están tan imbuidos del discurso único que todo lo que se opone a él se convierte en terrorismo intelectual o político, incapaces de controlar la progresiva toma de conciencia de las vanguardias críticas de la sociedad civil.

    No quiero ponerme pesado insistiendo en cosas que sabéis tan bien como yo y sobre las que hablaréis muchas horas al día. En la cárcel estudié y escribí por primera vez con un auténtico conocimiento de causa, porque así recuperaba con creces todo el tiempo que me iban a quitar. Trataré de haceros llegar los libros. Lástima que recibiera la carta con un pie en el avión, porque ahora deberé mover los hilos desde Barcelona. Ojalá cuando os lleguen mis libros ya estéis en la calle. Si los leen los carceleros pueden ocurrir prodigios extraordinarios.

    Y ya personalizando, querido Agustín, gracias por haberme demostrado que escribir es un milagro incompleto sin la operación de leer y algo maravilloso si es capaz de ayudar a establecer redes que crean libertad.


Fuente: Col·lectiu de Solidaritat amb la Rebel·lió Zapatista.

Más cosas sobre Vázquez Montalbán y Chiapas.