M.V.M.

Creado el
30/1/98.


Más sobre Quinteto:

1) Artículos de EL PAÍS

2) Crítica de Justo Navarro

3) Crítica de Pilar Castro

4) Artículo de Vázquez Montalbán sobre Adriana Varela.


El quinteto de la vida

JUAN A. MASOLIVER RÓDENAS

LA VANGUARDIA, 21 / 11 / 1997


Tango
(Jimmy Jazz para quéleer).

Carvalho viaja a Buenos Aires y a través de él se nos muestran los aspectos más execrables de la guerra sucia.

El tío materno de Carvalho, Evaristo Tourón, le pide que viaje a Buenos Aires para buscar a su hijo Raúl, un eminente científico quien, tras la muerte de su esposa, la montonera Berta Modotti, y la desaparición de su hija, Eva María, consigue huir a Barcelona para regresar de nuevo a su país en busca de su hija y en busca de sí mismo. Asimismo, para recuperar la propiedad de sus hallazgos científicos sobre la resistencia física y psíquica ante el dolor y la coacción que, paradójicamente, servirá para la creación de la poderosa empresa Nueva Argentinidad, controlada por un siniestro capitán Goroztizaga, Doreste, Doñate o simplemente "Ranger", héroe de la guerra de las Malvinas.
Carvalho viaja a Buenos Aires como había viajado varias veces Manuel Vázquez Montalbán para entregar los guiones destinados a una serie sobre su personaje en la capital argentina, serie que finalmente no llegó a cuajar. Ya en el avión, nuestro detective privado encuentra la primera pista: un hombre gordo, nada menos que el lugarteniente del capitán, para quien no existen desaparecidos sino subversivos, convencido de que gracias al proceso, "ha nacido una nueva Argentina, una nueva argentinidad". Ya antes de llegar a Buenos Aires, Carvalho lleva sobre sí el peso de tres realidades: la detectivesca, la política y la personal. Pues si acepta la propuesta de su tío es, en parte, porque "no se reconocía en la ciudad. Bromuro muerto. Charo en un exilio voluntario. Biscuter como único nexo con lo que había sido el azaroso ecosistema de sus relaciones íntimas. Pero sobre todo la ciudad postolímpica".
Ya en Buenos Aires entrará en contacto con la hermana de Berta, Alma (¿o es Berta, la hermana de Alma?), con la que llega a compartir, no sin dificultades, cuerpo y afectos. Se ha puesto en contacto asimismo con don Vito Altofini Cangas, su socio en Buenos Aires, lo que le permitirá ocuparse de una serie de casos que amplían la dinámica argumental. Nacerá así el quinteto de Buenos Aires, que da título a la novela, quinteto de la vida contra la muerte. No nos encontramos, pues, con una simple historia detectivesca. Para empezar, no sólo hay aquí una complejísima trama narrativa (veloz sucesión de escenas que marcan los contrapuntos y los planos simultáneos), sino un peculiar desarrollo en el que, como si fuese reflejo inevitable de esta nueva argentinidad, acaba por imponerse la comedia negra, la de enredo y la farsa, que culmina en la larga y espléndida escena del restaurante Chez Reyero, en la línea del más desenfrenado Robert Coover de "La fiesta de Gerald". Por no mencionar la extravagante presencia del hijo de Borges, Ariel Borges Samarcanda, otro suplantador de personalidades.

Dimensión humana

Es también una novela sobre Argentina: hay una impresionante riqueza léxica (pero, ¿cómo puede omitir la inimitible palabra "porteño"?) acompañada por una afinada riqueza de registros. Hay un conocimiento del país que va mucho más allá de lo exótico o de lo anecdótico: ha captado la peculiaridad de las clases sociales, la cultura literaria, musical y deportiva, la vitalidad de la ciudad, la presencia multirracial y la agitada historia.
Historia, por cierto, que nos lleva a otra dimensión de la novela: la política, y su madre o madrastra la ideológica. Se nos muestran los aspectos más execrables de la guerra sucia --cuyos ecos aún no se han disipado, como podemos comprobar cada día-- aunque no ahonda en las contradicciones de los montoneros.
Finalmente, está la dimensión humana: los conflictos de los distintos personajes y, sobre todo, los del propio Carvalho. Amante de la buena mesa y de las conversaciones sobre la buena mesa, pero cada vez más consciente del peso de la edad y de una soledad acentuada ahora por la nostalgia, por el deseo de recuperar a su ciudad y a Charo.
Esta es una novela sobre el presente y sobre los años sesenta y sobre su proyección sobre el presente: una vivencia llena de vitalidad, indignación y humor y una reflexión llena de melancolía: "La fiesta transcurre en el estómago y en el corazón, y finalmente llega a los cerebros", se nos dice. Y los cerebros, con una considerable carga de ironía, la devuelven al corazón. Pues Vázquez Montalbán no sólo ha sabido divertirnos, sino indignarnos y conmovernos. Esta vez como el propio "gallego enmascarado".


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3) Crítica de Pilar Castro

4) Artículo de Vázquez Montalbán sobre Adriana Varela.